Amanda Saldivia.-
La décima entrega de Forjadores de Progreso, iniciativa de la empresa Promasorca como parte de la celebración del 25 aniversario, está dedicada a distinguir a un hijo adoptivo de esta tierra. Al preguntarle dónde nació no dudo en contestar en las Riberas del Arauca Vibrador. Ramón Alberto Mirabal Zapata, Beto como cariñosamente le decimos, nació en Guasdualito, estado Apure, el 28 de abril de 1948.
Beto, como todo niño inquieto, seguía a su padre por los destacamentos donde era transferido. Ramón Antonio era funcionario de la Guardia Nacional y para el año 1962 llegó a Altagracia, pueblo guariqueño donde su hijo se quedó para ser referencia en el ámbito de la comunicación social y de la promoción del quehacer cultural del municipio Monagas.
El inteligente hijo de Alcira Zapata y Ramón Antonio Mirabal siguió sus estudios de bachillerato en el liceo Ramón Buenahora. Al culminar esa etapa, comenzó a trabajar y le correspondió como operador de telecomunicaciones de la CANTV, el primer enlace telefónico que realizó esta compañía en Altagracia en el año 1967.
Después, se fue a Caracas, trabajaba en la oficina de enlace de la Universidad de Oriente y en las noches estudiaba en la escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela, carrera que no culminó, pero fue el punto de partida para desarrollar todo el potencial que nos ha brindado durante años. Ese recordatorio constante a que apreciemos los valores culturales del Orituco, entre ellos poetas, historiadores, a todos aquellos que han enaltecido nuestro gentilicio.
También en Caracas, Beto Mirabal realizó cursos de fotografía y allí otro potencial a desarrollar. Gracias a él tenemos registro del acontecer social y noticioso de esta región guariqueña, porque una vez de regreso a su terruño adoptivo, inaugura Foto Estudio Beto, además de que esa pasión lo lleva a distinguirse como reportero gráfico.
En la década de los 80 y 90 el nombre de Beto Mirabal ya era referencia en Altagracia, por ser corresponsal de medios regionales, tenía la columna la Piedrita en el Zapato, promovía y era directivo del Ateneo del Orituco y exitoso director de la Casa de la Cultura Jesús Bandres, espacio que le permitió fundar una biblioteca con más de mil ejemplares e igualmente editar y dirigir el periódico Caramacate.
Al llegar la era digital, Beto Mirabal dejó solo el salón de revelado de fotografías en blanco y negro, para dedicarse a un mundo nuevo, pero igualmente maravilloso. Casi a diario realiza publicaciones en la red social Facebook, en la cual destaca diversos contenidos, entre ellos ese repaso por nuestra historia, fotografías emblemáticas y hasta videos editados por él, lo que muestra su aprendizaje constante y el compromiso por la comunicación social.
Precisamente es afán por mostrar a nuestra tierra con sus fortalezas y debilidades lo llevó a otro proyecto: editar y dirigir el periódico La Voz de Orituco el año 2007, fecha en la cual también presidió la Fundación Fondo Editorial Orituco.
Porque Beto Mirabal asumió Altagracia como su terruño, porque desde joven se dedicó a resaltar los valores culturales de esta tierra, porque se involucró en proyectos importantes, como la creación de IUT de los Llanos, la Fundación Dr. Pedro María Arévalo, porque fue Coordinador del Núcleo de la Orquesta Sinfónica Rafael Magdaleno Infante Bandres, porque su nombre sigue siendo referencia y su casa en el Banco Obrero, junto a Maritza y sus nietos, el lugar a donde muchos acuden en busca de esos datos importantes sobre nuestra historia local, Ramón Alberto Mirabal Zapata, Beto, forma parte de Forjadores de Progreso.
@amandasaldivia